Trabajo desde los principios del apego seguro y la disciplina positiva.
Desde 2017 estoy certificada por la AEDP (DPA) como facilitadora en Disciplina Positiva para familias.
Según la teoría del apego, un fuerte enlace emocional con los padres durante la infancia, también conocido como apego seguro, es precursor del desarrollo de una personalidad segura e independiente, un buen comportamiento, independencia, y relaciones buenas y sanas. Este tipo de crianza tendrá efectos positivos durante toda la niñez, adolescencia y edad adulta.
El apego.
La conexión emocional fuerte y positiva con los padres desde la primera infancia promueve el desarrollo de una personalidad segura e independiente, buen comportamiento y relaciones sociales y afectivas sanas.
Debemos aceptar y amar al niño tal como es, aunque con frecuencia tenga comportamientos inapropiados. Estamos educando, mantengamos la perspectiva de que el niño o niña todavía no es capaz de comportarse como desearíamos pero está creciendo y aprendiendo, principalmente por observación, a partir de lo que nosotros hacemos y a partir de sus propias experiencias. Desde un marco de seguridad y supervisión no debemos privarles del poder que les supone su propia experiencia. Si los niños/as han de aprender a tomar decisiones responsables, necesitan practicar.
En la educación de nuestros hijos debemos tener siempre como objetivo su bienestar psicológico a largo plazo; ¿Cómo deseo que sea mi hijo o hija cuando sea adulto? ¿Qué relación deseo tener con él o ella?. En este sentido entiende la prioridad de crear una buena relación basada en el respeto frente a corregir desde cualquier estrategia determinados comportamientos inadecuados. Conseguiremos que nuestros hijos actúen productivamente por lo que desean, por amor y alegría, no por miedo ni por la necesidad de ganarse la aprobación.
Disfrutarás de una maternidad o paternidad más plena.
Vinculo seguro.
Los niños y niñas necesitan percibir que «pueden ser», experimentar que son valorados sus sentimientos, elecciones y pensamientos así como saber y sentir que sus padres están disponibles y que pueden confiar en ellos.
Disciplina positiva.
La disciplina parte del principio del respeto al niño o niña y se basa en dos pilares: firmeza y cariño, siempre ambos a la vez. Si aplicamos sólo firmeza o sólo cariño, no conseguiremos los resultados que deseamos. Desde este enfoque puedes empezar a implementar cambios, desde la responsabilidad, dejando atrás la culpa.
